Esta semana, nos vamos a saltar la Cordillera de los Andes, y esta nota de cata es de un vino Argentino que tuve la suerte de degustar en el Wine Institute junto a mis alumnos, es un vino de la variedad Torrontés, cepa bastante conocida al otro lado de la cordillera.
Tuve la oportunidad de vinificar Torrontés sin conocer mucho de ella, durante la vendimia del año 2010 en la localidad de San Juan, en la provincia del mismo nombre, y me llamó mucho la atención su característico aroma varietal, similar en intensidad al de los moscatel, y que en su momento me expresaron era el aroma característico de la variedad y basaba gran parte de su tipicidad el él.
Como soy algo neófito en esta variedad en particular y solo he degustado algunos vinos de ella, solamente de algunas regiones en particular, voy a utilizar la descripción enológica que hace Don Carlos Catania, que lo define como:
Un vino muy perfumado sensorialmente, donde el aroma recuerda a los moscateles, siendo típica del cepaje la nota de flor de azahar (Flor del naranjo).
Se ha determinado que la composición aromática de esta variedad tiene entre sus componentes algunos terpenos, como el linalol, el ho-trienol y el geraniol. Los terpenos suelen degradarse relativamente rápido por lo que suelen perder sus propiedades aromáticas rápidamente, por tal razón, Catania recomienda que se deben beber estos vinos en el año o segundo año de su producción ya que después van reduciendo su intensidad aromática que los hace muy característicos.
La degustación
A la vista
A la vista, este Torrontés se presenta de una tonalidad amarillo paja, con ribetes verdosos extremadamente tenues, casi transparentes. Absolutamente limpio y brillante en aspecto.
En Nariz
Con la copa detenida se perciben aromas florales, que a mi parecer no fueron muy similares a los esperables en un azahar, sin embargo muy agradables. Tambien se identificaron aromas cítricos en particular a pomelo. La intensidad aromática general percibida fue media a alta sin que aparecieran notas que mancillaran la franqueza del vino. En agitación se continua percibiendo el conjunto de aromas percibidos en la copa detenida, pero destacan aun mas las notas florales, acompañadas esta vez de un cierto matiz resinoso muy sutil. También se perciben algunas notas a frutas tropicales, en particular mango.
En Boca
Por vía retronasal, continúan percibiéndose los aromas florales percibidos anteriormente. Presenta una buena acidez, equilibrada con el conjunto y que da la sensación de frescor que se esperaría en un vino blanco. Es de persistencia media a elevada. Los 14,3% de alcohol presentados en la etiqueta se reflejan vívidamente en la copa, entregando la típica sensación de calor en boca y garganta asociada comúnmente con esta sustancia y a la vez un dejo dulce muy agradable.
Maridaje
Habiéndolo probado, este vino invita inmediatamente a ser acompañado con platillos agridulces de la cocina oriental, comida thai. Otra alternativa interesante puede ser como acompañamiento de mariscos, en particular ostras.
