Esta es la segunda parte de anatomía de la vid que iniciamos en el artículo que se encuentra aquí.
Sarmientos, Brotes, Cañas o Pámpanos
Esta estructura llamada sarmiento, pámpano, brote o caña, nombre que depende del estado de madurez que tenga, generalmente se desarrolla sobre uno de los brazos de la vid o en el extremo terminal del tronco en el sistema de conducción de cabeza. Se origina cada año a partir de una yema presente en un sarmiento del año anterior. En este sarmiento se encuentran todas las estructuras de crecimiento vegetal y de producción de fruta de la planta para un año en particular, es decir hojas, inflorescencias, zarcillos, y yemas.
Para aclarar lo del nombre de esta estructura, se denomina brote o pámpano cuando esta estructura se encuentra en crecimiento y el tallo es de color verde. Una vez iniciado el “agostamiento” que se caracteriza por la maderización (lignificación) de los tejidos, convencionalmente cambia de nombre para llamarse sarmiento o caña.
En el extremo basal del sarmiento o del brote, es decir aquel que se encuentra más pegado al tronco (en sistema de conducción de cabeza) o a los brazos, se suelen encontrar las inflorescencias, que darán origen al racimo una vez que ha sido polinizada, y que son las estructuras de reproducción de la planta. En el extremo apical del sarmiento, es decir en la punta, se encuentra el ápice de crecimiento del sarmiento que es el responsable del crecimiento en largo de la estructura a lo largo de la temporada. El resto del sarmiento posee generalmente hojas que se encargan de la fotosíntesis, yemas que se encargarán del crecimiento de la próxima temporada, algunas inflorescencias modificadas llamadas zarcillos. A mediados del verano el brote o caña comienza un proceso de maduración, donde los tejidos vegetales comienzan a lignificarse. A fines del verano o principios del otoño comienza la caída de hojas en el sarmiento, permaneciendo en éste solo las yemas que ingresaran en un estado de dormancia durante el invierno para dar origen en la primavera siguiente a un nuevo brote.
Hojas y zarcillos
Las hojas de la vid se pueden dividir en tres partes:
- El peciolo, que es la estructura encargada de unir al sarmiento con la hoja
- Las bracteas, que corresponden a estructuras con forma de escamas que crecen en la base del peciolo
- La lámina o limbo.
En el punto de inserción del peciolo con la lámina se forman cinco nervaduras, que le confieren a la vid su forma pentalobular (cinco lóbulos, que pueden estar más o menos marcados en las distintas variedades) característica. La hoja es uno de los componentes más importantes del sarmiento, pues es la encargada de llevar a cabo la transformación de la energía solar mediante la fotosíntesis. Además esta hoja cumple un rol fundamental en la respiración de la planta y en el control de la temperatura de la misma. Originariamente, los zarcillos corresponden a inflorescencias modificadas. Estos zarcillos tienen la característica de enrollarse de cualquier objeto que esté a su alcance y por lo tanto cumplen funciones de sujeción de la parte aérea de la planta.
Yemas
Las yemas son las estructuras de crecimiento aéreo de la planta. A fines de invierno o inicio de primavera, cada una de estas yemas dará origen a nuevos sarmientos o cañas con sus respectivas hojas, zarcillos e inflorescencias.
Normalmente las yemas contienen en su interior tres brotes parcialmente desarrollados, uno principal y dos secundarios. Estos brotes parcialmente desarrollados pueden presentar hojas semi desarrolladas por lo que son llamados brotes vegetativos o bien presentar también inflorescencias parcialmente desarrolladas, recibiendo el nombre de brotes productores o brotes fructificadores.
Bajo condiciones normales de crecimiento solamente el brote principal emerge, pero cuando ocurren desbalances nutricionales en la planta, sobre todo exceso de vigor, podas excesivas, o destrucción de parte de la planta es posible que los tres brotes emerjan. Estas yemas suelen encontrarse en cada nudo de un sarmiento del año, pero en ciertas ocasiones se encuentran también en los brazos y tronco de la planta donde al brotar darán origen a los chupones.
Cuando alguna de las yemas del sarmiento del año brota, se conoce como yema pronta (ya que brotó antes de tiempo) y da origen a lo que se conoce como feminela o nieto, que corresponde a un brote adelantado que debiera haber brotado la temporada siguiente.
Inflorescencias y Racimos
La vid no presenta una flor única, sino que presenta una inflorescencia, que consiste básicamente en una serie de flores individuales formando un ramillete o racimo. Esta inflorescencia ya se encuentra semidesarrollada al interior de la yema antes que esta brote. A principios o mediados de primavera esta inflorescencia se abrirá y cada una de las flores individuales que la componen será polinizada y comenzara el desarrollo del racimo si las condiciones climáticas son optimas. Hay ciertas condiciones, como la falta de frío invernal, aparición de enfermedades, deficits de algunos minerales, sequía, o el exceso de temperatura, que pueden dificultar esta polinización originándose racimos incompletos.
La vid es una especie hermafrodita (ambos sexos en un mismo individuo), por esa razón la polinización suele ser una autopolinización. Una vez que la flor fue polinizada, comienza el desarrollo de las bayas con ayuda de hormonas de crecimiento liberadas por el embrión recién formado al interior de la semilla.
En la primera parte del crecimiento del racimo existe una elevada tasa de reproducción de las células que conforman cada baya, y en la segunda parte del crecimiento del racimo, este crecimiento se lleva a cabo por la elongación celular, es decir el crecimiento en tamaño de las células formadas en la primera etapa, por absorción de agua.
El racimo formado a partir de la inflorescencia presentara una vez maduro dos tipos de tejido; el primero corresponde a las bayas o frutos y se caracteriza por presentar únicamente pared celular primaria, y el segundo corresponde al raspón o raquis que es el esqueleto vegetal que sostiene a cada una de estas bayas, pudiendo presentar en estados de madurez avanzados el desarrollo de pared celular secundaria, con producción de lignina.
